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Tendencias en la formación del profesional forestal en el Perú

Comunidad socioambiental

Rodrigo Arce Rojas

Publicado: 2015-01-29

Con la finalidad de contribuir al proceso de revisión curricular de las facultades forestales en el país es necesario contextualizar su contribución al desarrollo sostenible tomando en cuenta las dimensiones de políticas públicas y la dimensión prospectiva para producir un encuentro entre lo que hemos hecho y lo que el mundo nos está demandando. 

Dimensión de las políticas públicas:

Si quisiéramos identificar las tendencias en la formación forestal en el Perú podemos tener varias entradas. Una de ellas refiere a la dimensión de políticas públicas forestales cuya construcción necesariamente debería incluir el diagnóstico como la prospectiva. En este caso la formación profesional está orientada a dar cumplimiento a la visión y el encargo asignado a la política pública.

Empecemos entonces, revisando dos políticas públicas de especial interés para nuestro análisis la Política Nacional del Ambiente y la Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre.

La Política Nacional del Ambiente (MINAM, 2009) considera los siguientes lineamientos específicos para bosques:

a) Impulsar la gestión sostenible e integrada de los bosques, considerando las características ecosistémicas de cada una de las regiones naturales del país.

b) Prevenir la reducción y degradación de bosques y sus recursos, por prácticas ilegales como tala, quema, comercio y cambio de uso de la tierra.

c) Conservar e incrementar la cobertura boscosa y por ende, la biodiversidad y los servicios ambientales, mejorando la capacidad productiva del ecosistema.

d) Privilegiar el aprovechamiento integral de los recursos del bosque, apoyando iniciativas respecto de los recursos maderables y no maderables, fauna silvestre y servicios ambientales.

e) Impulsar la reforestación de las áreas degradadas con especies nativas maderables, aquellas que tienen mayor potencial de brindar servicios ambientales y otras con potencial económico que contribuyan al desarrollo, promoviendo la inversión pública y privada.

f) Fortalecer e incorporar mecanismos de vigilancia comunitaria y ciudadana en las estrategias de seguimiento y control de los derechos forestales.

g) Realizar acciones para evitar la deforestación de los bosques naturales y la utilización de especies exóticas invasoras para reforestar dichas áreas, promoviendo la reforestación con el uso de especies nativas.

Veamos ahora, la Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (MINAGRI, 2013). Esta política tiene como objetivo general contribuir con el desarrollo sostenible del país, a través de una adecuada gestión del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre de la Nación, que asegure su aprovechamiento sostenible, conservación, protección e incremento, para la provisión de bienes y servicios de los ecosistemas forestales, otros ecosistemas de vegetación silvestre y de la fauna silvestre, en armonía con el interés social, cultural, económico y ambiental de la Nación. Así mismo tiene los siguientes objetivos específicos:

• Objetivo específico 1: Garantizar un marco institucional que asegure una gestión ecológicamente sostenible, económicamente competitiva, social y culturalmente inclusiva, del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre de la Nación, en un marco de gobernanza, gobernabilidad, confianza y cooperación entre todos los actores.

• Objetivo específico 2: Asegurar la conservación y el aprovechamiento sostenible de los bienes y servicios de los ecosistemas forestales, otros ecosistemas de vegetación silvestre y de la fauna silvestre, fomentando una gestión integrada que respete: el ordenamiento forestal; la seguridad sobre los derechos adquiridos; el monitoreo, la supervisión y la fiscalización; así como la información oportuna, transparente y veraz para la toma de decisiones.

• Objetivo específico 3: Propiciar negocios competitivos a nivel nacional e internacional, socialmente inclusivos y ambientalmente sostenibles, que prioricen la generación de alto valor agregado y ofrezcan una duradera rentabilidad a los usuarios del bosque y al país, a la par que desalienten el cambio de uso de las tierras forestales.

• Objetivo específico 4: Fortalecer y promover el manejo forestal comunitario realizado por los pueblos indígenas y otras poblaciones locales usuarias de los bosques, respetando sus derechos e identidad cultural, y promoviendo la inclusión social, la equidad y la igualdad de género en la conducción y aprovechamiento de los recursos forestales y de fauna silvestre.

Del análisis de estas políticas se desprende que para poder cumplir sus mandatos se requiere capacidades orientadas al recurso forestal (perspectiva biofísica), a la gestión pública y privada (perspectiva institucional), a los negocios forestales competitivos (perspectiva económica), al desarrollo y bienestar social (perspectiva social).

Dimensión terminológica:

Este análisis podría aparecer ocioso porque todos suponemos que los forestales tenemos que estudiar los bosques para aprovecharlos, conservarlos, recuperarlos o rehabilitarlos. Pasemos revista a los conceptos centrales de estudio de los forestales:

• Bosque: Tierra que se extiende por más de 0,5 hectáreas dotada de árboles de una altura superior a 5 metros una cubierta de dosel superior al 10 por ciento, o de árboles capaces de alcanzar esta altura in situ. No incluye la tierra sometida a un uso predominantemente agrícola o urbano (FAO, 2010).

• Recursos forestales: Son recursos forestales, cualquiera sea su ubicación en el territorio nacional, los siguientes: a) Los bosques naturales; b) Las plantaciones forestales; c) Las tierras cuya capacidad de uso mayor sea forestal y para protección, con o sin cobertura arbórea; y d) Los demás componentes silvestres de la flora terrestre y acuática emergente, incluyendo su diversidad genética (MINAGRI, 2013)

• Patrimonio Forestal Nacional: está conformado por los recursos forestales y de fauna silvestre mantenidos en su fuente y las tierras del Estado cuya capacidad de uso mayor es forestal, con bosques o sin ellos (Ley Forestal y de Fauna Silvestre, Ley N° 27308).

• Diversidad biológica forestal: es un término usado para describir la diversidad de la vida, que comprende tres niveles: genes, especies y ecosistemas. La diversidad biológica forestal a nivel de ecosistemas ofrece, además de los servicios de suministro y regulación ofrecen, los servicios culturales que son los beneficios no materiales que las personas obtienen de los ecosistemas a través del enriquecimiento espiritual, desarrollo cognitivo, la reflexión, la recreación, el descubrimiento científico y la experiencia estética, como, por ejemplo, los sistemas de conocimientos, las relaciones sociales y los valores estéticos (Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, 2010).

Del análisis de los términos centrales podemos identificar las siguientes perspectivas: i) biofísica que incluye el potencial productivo forestal, ii) origen natural o cultivado, y iii) cultural. Esta última perspectiva anteriormente no era tan nítida. De ahí que las materias sociales y antropológicas sean marginales en la formación del profesional forestal.

Dimensión prospectiva:

A las dos entradas anteriores, hay que integrarle ahora la dimensión prospectiva que resulta fundamental para poder modelar en el presente lo que se viene o se podría venir en el futuro. Empecemos por las tendencias mundiales. Según Bitar (2014) las seis tendencias mundiales siguientes, que pueden considerarse relevantes para el futuro de América Latina son:

i) Tecnologías disruptivas, aquellas en gestación y cuya difusión transformaría sustancialmente la producción, el empleo, el bienestar, la gobernabilidad y las relaciones humanas;

ii) Escasez de recursos naturales, por ejemplo, agua, alimentos, energía y minerales; cambios en la demanda e innovaciones tecnológicas;

iii) Transformaciones demográficas, desplazamiento del poder, nuevos mercados, clases medias en ascenso, migraciones;

iv) Urbanización y expansión de las ciudades, concentración de la población, demanda de infraestructura y servicios básicos, calidad de vida, competitividad de las ciudades;

v) Cambio climático, efectos en la agricultura, oportunidades de crecimiento verde, conciencia ciudadana y cambios de comportamiento, y

vi) Gobernabilidad democrática, ciudadanos globales interconectados, impacto de nuevas tecnologías en las relaciones sociales, transparencia, seguridad, violencia y crimen organizado, ciberataques.

Aunque a primera vista solo algunas de estas tendencias corresponderían al quehacer forestal en la práctica vemos que todas están interrelacionadas y deberían incidir en la formación del profesional forestal. Según la FAO (2006) las principales fuerzas impulsoras de los cambios del sector forestal son:

• Cambios socioeconómicos como por ejemplo el crecimiento demográfico. Este incremento poblacional acompañará el aumento en la demanda de los productos forestales. Asimismo, en la región se está produciendo, desde hace varias décadas atrás, un fenómeno de urbanización muy marcado.

• Programas estratégicos y los planes nacionales, directamente relacionados a las políticas nacionales e internacionales, como la agendas nacionales para el desarrollo que ayudan efectuar acciones que los países ejecutan para alcanzar sus metas tales como el crecimiento económico, conservación ambiental y mejoras en el bienestar social.

• Crecimiento económico, los acuerdos de libre comercio y de integración, así como los mercados locales, nacionales, interregionales e internacionales, como medio para alcanzar mayores niveles de desarrollo, y las múltiples implicaciones institucionales y de administración pública que derivan de estas actividades.

• Inversiones privadas o públicas, ya sea en capital humano como en tecnología, es decir la capacidad de los países o localidades en atraer capitales internos como externos en sectores tales como la industria forestal, el sector de los servicios como el ecoturismo y el desarrollo del mercado de carbono.

• Cambios tecnológicos, tanto de los medios de comunicación, de la cibernética como en el sector de las innovaciones tecnológicas, todos estos factores han facilitado la disposición de una cantidad indefinida de información, comunicando en un instante eventos trascendentales y acortando distancias entre personas de todo el mundo.

El análisis de las tendencias y las fuerzas impulsoras del cambio del sector forestal nos llevan a las siguientes constataciones:

• Existe una estrecha interrelación entre los procesos de cambio demográfico, climático, económico, social y tecnológico

• El crecimiento demográfico y económico hará que en las próximas décadas se expanda velozmente la demanda de productos forestales, energía, agua, minerales y alimentos.

• Esta presión de demandas llevarán de un lado al incremento de la deforestación y de otro lado a una orientación productiva forestal basada en las plantaciones forestales

• La continua deforestación para ampliar las áreas agrícolas y producir leña incrementaría la erosión y la desertificación y un creciente daño a la biodiversidad forestal

• El cambio climático influirán en la seguridad alimentaria el derretimiento de glaciares, el desplazamiento de la actividad pluvial, el agotamiento de los acuíferos, la variabilidad de las estaciones y otros cambios climáticos extremos. La escasez de agua provocará la disminución de rendimientos de las cosechas y afectará la seguridad alimentaria

• Todos estos cambios exigirán la aplicación de tecnologías de punta y el desarrollo de nuevas tecnologías

• Toda esta compleja situación conducirá a la población a exigir mejor gobernanza ambiental y una distribución más tangible de los beneficios del aprovechamiento de bienes y servicios de los ecosistemas forestales

El informe “Tendencias del flujo de materiales y productividad de recursos en América Latina”, muestra que desde 1970, en contra de las tendencias globales, América Latina se ha vuelto menos eficiente en la conversión de sus recursos primarios en ingresos. De continuar la tendencia actual, las presiones ambientales crecerán a un ritmo mayor que el crecimiento económico. Por lo tanto, aumentar la eficiencia en el uso de los recursos juega un rol fundamental en el logro de una mayor sostenibilidad ambiental, manteniendo competitividad. Así mismo, esta puede ser una herramienta poderosa para contribuir a la reducción de la pobreza y desigualdad (PNUMA & CSIRO, 2013). Por tanto, se hace necesario gestionar de manera inteligente e incluyente los recursos naturales mundiales. El agua, los alimentos, la energía y el clima reclaman una gobernanza global más efectiva para garantizar el acceso a esos cuatro bienes pilares del crecimiento humano. Su gestión debe tener en cuenta el crecimiento de la población, la concentración urbana y el aumento de las clases medias (Escudero, 2013).

Dimensión de la educación forestal:

Del análisis realizado en la dimensiones anteriores surge la necesidad de reconceptualizar el sector forestal y por tanto los contenidos de la educación forestal. En esta reconceptualización el sector forestal deben considerarse los nuevos enfoques y comprensión de los valores intangibles del bosque, ampliando el concepto forestal y tomando en consideración la participación social y comunitaria en el manejo de bosques así como el uso de las nuevas herramientas de información y comunicación. Para ello el forestal debe entender la multidisciplinariedad y transdisciplinariedad del recurso forestal (Ensinas, 2007). A decir del autor, los propósitos, metas y objetivos de las instituciones de enseñanza forestal en la región deberían considerar los siguientes aspectos:

• Propiciar a la formación humana y técnico científica del ciudadano, participando en la región con propuestas y respuestas para el desarrollo regional sustentable.

• Formar profesionales capaces de definir, planificar y recomendar intervenciones en los ecosistemas forestales, de tal modo que se garantice el equilibrio y la sustentabilidad en la obtención de beneficios para la sociedad.

• Contribuir a la reducción de la pobreza rural promoviendo una agricultura y manejo de recursos naturales competitivos y sostenibles, a través de la educación superior, la investigación y la cooperación técnica.

• Formación de personas, a través de la entrega de competencias y valores, que les permitan desarrollarse como ciudadanos responsables e integrarse con autonomía y productividad en las más variadas actividades del manejo de los recursos.

• Formación de profesionales con capacidad científica, técnica y humanística para elaborar, planificar, ejecutar y evaluar de manera integral programas y proyectos para la investigación, administración, manejo, uso, conservación y desarrollo sostenible.

• Mejorar el campo en todas sus áreas, forestal, agrícola y pecuario a través de la formación de profesionales en la problemática forestal y agrícola.

En esta perspectiva algunos énfasis de especialización orientada al recurso forestal, según Moreno (2011) son:

• Desarrollo de plantaciones forestales en sistemas agroforestales y silvopastoriles

• Silvicultura de bosques secundarios

• La innovación de tecnologías de aprovechamiento orientado a industrias vinculadas

• Gestión de mecanismos financieros

• Consolidación de Mercados Justos,

• Dimensionamiento y valoración de servicios ambientales.

En este mundo globalizado ya no es posible seguir con los mismos paradigmas de siempre. Este cambio paradigmas, según Gallowey y col. (2005), implica, entre otros, los siguientes giros:

• De la participación al empoderamiento.

• Del énfasis en aspectos técnicos de manejo forestal a un mayor énfasis en la competitividad de las empresas forestales.

• Del énfasis en una planificación técnica del manejo forestal al manejo adaptativo basado en un monitoreo continuo.

• Del manejo de bosques primarios al manejo de fragmentos de bosques, bosques degradados y bosques secundarios.

• De una énfasis en unas pocas especies de alto valor comercial para los mercados de exportación a un incremento en las ventas de una diversidad mayor de especies del bosque natural y plantaciones forestales.

• De un control centralizado hacia la descentralización y una mayor participación local en el manejo y control.

Para Muñiz (2013) el sector forestal debe abordar los siguientes desafíos sociales:

• Salud, cambio demográfico y bienestar

• Seguridad alimentaria, agricultura sostenible,

• Bioeconomía

• Energía segura, limpia y eficiente

• Acción por el clima, eficiencia de los recursos y materias primas

• Transporte inteligente, ecológico e integrado

• Sociedades inclusivas, innovadoras y seguras

Con relación a la investigación e innovación forestal De Muñiz (2013) considera que los Temas estratégicos en investigación e innovación forestal son: i) Sector de base forestal en una sociedad con base socio-ambiental, ii) Manejo responsable de los recursos forestales, iii) Optimización e innovación en los procesos de liderazgo empresarial, y iv). Atención a las necesidades de los consumidores.

Ahora bien, también es necesario pasar de una mirada concentrada en el recurso a incorporar adicionalmente una mirada a la persona, tanto a nivel del profesional como a los destinatarios finales del desempeño forestal que incluye la sociedad en general y las comunidades locales que viven en los bosques y de los bosques. Algunos principios que podrían orientar la educación actual, para adaptarse a los nuevos retos imperantes, se resumen a continuación:

1. Propiciar la búsqueda de la mayor cantidad de fuentes de información sobre el tema (no limitar los recursos de información).

2. Motivar a los estudiantes a analizar y cuestionar constantemente los paradigmas establecidos y no a memorizar información o aprender recetas que funcionaron en el pasado.

3. Procurar la formación integral de los estudiantes como personas y líderes, y no solo preocuparse por el bagaje de conocimientos técnicos (Campos, s.f)

Aportes para la modulación del currículo forestal:

Del análisis realizado se desprende que algunas de las materias que deberían reforzarse en algunos casos y en otros casos crearse son los que se presentan en el cuadro 2. Debe leerse el cuadro como complementario y no como reemplazo. Corresponde a cada situación particular analizar cuáles son los más pertinentes a su realidad local aunque no debemos asumir de hecho que los profesionales forestales solo deben trabajar para su región sino que deben estar preparados para desenvolverse competentemente tanto en el país como en cualquier parte del mundo.

Es importante señalar que la clasificación por áreas solo tiene fines pedagógicos y se ajustan más a la estructura administrativa que generalmente tienen las facultades. Justamente uno de los grandes problemas de la formación refiere a la departamentalización cuando lo que más se necesita es interacción y mutua transversalización para recuperar el carácter del enfoque sistémico.

Algunas materias forestales a reforzar o crear de cara a las tendencias forestales son:

Bosques naturales:

• Bosques y cambio climático

• Hidrología forestal

• Ecología de paisajes y gestión de cuencas

• Ordenamiento territorial y ordenamiento forestal

• Manejo de bosques de uso múltiple

• Manejo de bosques secundarios

• Recuperación y rehabilitación de ecosistemas forestales

Plantaciones forestales:

• Genética forestal

• Silvicultura de precisión

Economía e industria forestal:

• Gestión de empresas forestales

• Construcciones forestales ecoeficientes

• Biomasa forestal

• Productos forestales orientados al mercado “hágalo usted mismo”

• Tecnologías forestales limpias

Sociedad y cultura forestal:

• Antropología forestal

• Manejo forestal comunitario

• Bosques y seguridad alimentaria

• Igualdad y equidad de género en los bosques

• Administración pública forestal

• Gobernanza forestal

• Gestión de procesos sociales

Ética forestal

A modo de conclusiones:

Del análisis realizado se desprenden las siguientes conclusiones:

• Es necesario actualizar los contenidos de la formación profesional de cara a las tendencias globales

• Se requiere identificar los paradigmas que han guiado a la fecha la formación forestal y los nuevos paradigmas necesarios para ser competitivos en un mundo globalizado, complejo e incierto

• Ya no es suficiente tener una mirada reducida a la dimensión biofísica o económica de la formación forestal, se requiere incorporar dimensiones sociales, culturales e institucionales

• Existe una estrecha interrelación entre los procesos de cambio demográfico, climático, económico, social y tecnológico que es necesario tomar en cuenta al momento de actualizar los contenidos de la formación profesional

• La transdiciplinariedad al interior de la formación forestal como con otras carreras de las ciencias naturales y sociales es un imperativo para mejorar la capacidad de respuesta a una sociedad cada vez más exigente un planeta acechado por los impactos del cambio climático.

. Es importante reconocer que cada vez más tenemos que movernos en un mundo complejo e incierto, por tanto la creatividad y la innovación son orientaciones insoslayables. Se requiere nuevas maneras de pensar, nuevas maneras de sentir, de construir discursos, narrativas y convicciones para reforzar la pasión y la convicción por la gestión sostenible del patrimonio forestal.

Referencias bibliográficas: 

Bitar, Sergio. 2014. Las tendencias mundiales y el futuro de América Latina. CEPAL/Diálogo Interamericano. Santiago de Chile, 58 p.

Campos, José. S.f. Los desafíos de la Educación Forestal en una época de cambios. Disponible en: http://web.catie.ac.cr/informacion/RFCA/rev38/editorial.pdf Acceso el 29 de marzo del 2014

De Muñiz, Graciela. 2013. Educación e Investigación Forestal en América Latina. Realidad y Desafíos. IUFRO, CATIE, UFPR, IUFROLAT. San José, 27 diapositivas.

Encinas, Osvaldo. 2007. Estado Actual y Perspectiva de la Educación Forestal en América Latina. Universidad de los Andes, FAO, Universidad de Concepción. Santiago de Chile, 73 p.

Escudero, Manual. 2013. Megatendencias del nuevo orden mundial. Disponible en: http://www.animalpolitico.com/blogueros-lo-que-quiso-decir/2013/09/24/megatendencias-del-nuevo-orden-mundial/#axzz2xNwpCzXz Acceso el 29 de marzo del 2014.

FAO, 2010. Evaluación de los recursos forestales mundiales 2010. Términos y definiciones. Roma, 30 p.

FAO, 2006. Tendencias y perspectivas del sector forestal en América Latina y el Caribe. FAO Forestry paper. Roma.

Galloway, G., Kengen, S., Louman, B., and Stoian, D. 2005. 15 Cambios en los paradigmas del sector forestal de América Latina. En: Mery, G., Alfaro, R., Kanninen, M. and Lobovikov, M. eds. “Forest in the Global Balance – Changing Paradigms. Volumen 17 de la serie “IUFRO World Series”.

MINAGRI, 2013. Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre. Lima, 70 p.

MINAM, S.F. Mapa del Patrimonio Forestal del Perú. Lima, 6 p.

MINAM, 2009. Política Nacional Ambiental. Lima, 48 p.

Moreno, Jaime. 2011. Visión Prospectiva de los Retos de la Ingeniería Forestal en Colombia. III Taller sobre Educación Forestal en América Latina. Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional Agraria La Molina. 13 diapositivas.

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) & Organización de Investigaciones Científicas e Industriales del Commonwealth (CSIRO). 2013. “Tendencias del flujo de materiales y productividad de recursos [forestales] en América Latina” Heinz Schandl y Jim West. Panamá, 6 p.

Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (2010). La Diversidad Biológica Forestal—El Tesoro viviente de la Tierra. Montreal, 48 páginas.


Escrito por

Rodrigo Arce

Forestal social y facilitador de procesos sociales. Escribe sobre temas socioambientales.


Publicado en

Comunidad socioambiental

Un espacio para reflexionar, proponer, construir, deconstruir y reconstruir sobre las interacciones entre ciencias sociales y ambientales.